Cristal de calidad gema de fluorapatito en el que observamos perfectamente la combinación del prisma de primer y segundo orden; en la parte superior vemos las caras definidas de la bipirámide hexagonal, truncadas por el pinacoide plano. El cristal muestra excelente brillo, transparencia y un vivísimo color amarillo con tonos verdes. Esta transparencia nos permite ver ciertas inclusiones que recuerdan cristales prismáticos (epidota?). Se dispone de forma muy estética sobre la matriz pegmatítica. El ejemplar procede de una mina clásica marroquí como es la montañosa zona de Imilchil.

De Imilchil hemos visto ejemplares de fluorapatito brillantes, de calidad gema, con el habitual prisma y las caras terminales de una bipirámide. Pero en este ejemplar podemos disfrutar de una complejidad de facetas excepcional para el yacimiento. Se trata de una combinación exquisita de bipirámides de primer y segundo orden, muy desarrolladas, y con caras del prisma. Recuerda a los fluorapatitos alpinos. De tonos melados y en una matriz con pequeños cristales de magnetita. Una rareza más que interesante de la que sólo había un ejemplar.

Cristal de calidad gema de fluorapatito en el que observamos perfectamente la combinación del prisma de primer y segundo orden; en la parte superior vemos las caras definidas de la bipirámide hexagonal, truncadas por el pinacoide plano.
El cristal muestra excelente brillo, transparencia y un vivísimo color amarillo con tonos verdes. Estos ejemplares tan definidos y de tamaño no son habituales en el mercado; los pequeños se utilizan para la talla de gemas. El ejemplar procede de una mina clásica marroquí como es la montañosa zona de Imilchil.

Cristal de calidad gema y de buen tamaño de fluorapatito en el que observamos perfectamente la combinación del prisma de primer y segundo orden; en la parte superior vemos las caras definidas de la bipirámide hexagonal, truncadas por el pinacoide plano.
El cristal muestra excelente brillo, transparencia y un vivísimo color amarillo con tonos verdes. Estos ejemplares tan definidos y de tamaño no son habituales en el mercado; los pequeños se utilizan para la talla de gemas. El ejemplar procede de una mina clásica marroquí como es la montañosa zona de Imilchil.